En la cibersociedad,
o era sociedad de mercado,
vamos desnudando la margarita
pero sólo en los supermercados.
Atrás quedan los románticos
que se desquiciaban por personas
querer son palabras mayores
si no se trata de lavadoras.
Más vale frenar sentimientos
guardar el corazón en el congelador
no vaya a ser que por descuido
alguien traspase nuestra fortaleza
y descubra los restos de amor.
Se han cegado los te quiero
por las luces de discoteca.
Y por no hablar de la razón
por la que tantas cosas queremos
si los hay más felices
desnudos por la playa.
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