La chaqueta y la dignidad

Llegó, por primer día, al Centro. Él había sido director de orquesta. Ahora tiene Parkinson, y unos hijos muy ocupados. Yo también estoy muy ocupada. Está bien, en los tiempos que corren, que estemos ocupados.
Fue director de orquesta. Deprisa, tomo una hoja con cuatro dibujos navideños para colorear, tres pinturas de cera, se lo acerco. ¿Esto? me pregunta. No entiendo por qué se sorprende. Sí, le contesto. Me mira diez segundos más, con los ojos muy abiertos. Casi se le caen. Ahora entiendo por qué se sorprende. Aun lleva puesta la chaqueta. Se la quito, la llevo fuera. Él comienza a pintar lento, los ojos van recuperando su hueco. Cuelgo la chaqueta fuera. Me llevo también la dignidad.
Me pica un poco. Pero estoy muy ocupada. Le acerco tres pinturas de cera más. No son tan diferentes de una batuta, me rasco. Él ni siquiera levanta ya los ojos. Quizá los tiene también ya muy ocupados. Está bien en los tiempos que corren.

Planeta mucedonia

Hay palabras que me elevan:
Revolución Poesía Noelia

A mi poesía le han crecido dos alas
a las que me agarro
cuando se echa a volar
la de la izquierda es un poco más frágil
a veces me pide vitamina A
la de la derecha algo más firme
piensa que nada le puede faltar
sin embargo me dijo un murciélago
que también es deficitaria
de una vocal.

Hay palabras que me entristecen:
competencia
miseria
ego

Hay palabras que me abrazan:
Confianza Ternura Inocencia

Hay palabras que me hielan:
capitalismo
millonario
miseria

Hay palabras y palabras
como corazones encerrados en bancos suizos
y otros que no caben en el pecho,
hay palabras y palabras
como mentes opacas y transparentes
pero tan sólo un mundo
nos acoge a todas

somos más de 7000 millones
y aún falta humanidad

a las buenas y a los ignorantes
a los creadores y a las destructoras
a las más evolucionadas y a los menos,
y mientras tanto...
nos enfrentamos y nos confundimos de enemigo:
personas que en su propia inconsciencia
hieren a otras personas
que responden con más inconsciencia,
somos un planeta mucedonia
capaz de cualquier tipo de fruta
capaz de cuaquier tipo de vocal
embutidos bajo un mismo cielo.


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b
o
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g



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Trepa!

Trepa!
No alargues la mano.
Yo no sigo contigo.
Tú eleva la frente, tu horizonte es mucho más alto.
El mío es mirarte a ti mientras sigues trepando.

A veces soy viejo.
Mi inmadurez fue el primer obstáculo.
Solo tú oías mis gritos cargados de silencio...
y que daño te harían,
cargados de bilis...
que sucio estaba por dentro.

Doy gracias a la naturaleza
y a la música
porque tu belleza y tu luz sean impermeables,
es maravilloso lo que haces.
Cuando te recuerdo se me hincha el corazón
y cuando creo que volveré a verte
explota
y se vierten sus restos en mi estómago
y allí bailan eternamente.

Ahora ya estas lejos,
has trepado y yo desde abajo río
y lloro
y aplaudo aunque tú ya no me oyes.

Ahora solo te queda el último salto amiga.
Vuela!
Grita!
Que te oiga ese horizonte.
Que sepa que ya has llegado.

Qué rápido se acaba el tiempo.
Que sanos son los años.
Qué desastre de cabeza la que se empeña en olvidarlo.


PABLO EL GALLEGO
(Vivan los Gallegos!!!)

Volverá

Cuando se acabaron las certezas
la revolución fue sólo un intento
la niña perdió la inocencia
y el hombre perdió su valor.

Cuando se perdieron las erres
el mundo volvió a la rutina
y las personas ¿Qué personas?
volvieron a ser superyos.

Cuando entraron los fríos
se nos congelaron los sueños
nos dio dolor de tripa
y perdimos la voz.

Cuando nos golpeó la realidad
pusieron un árbol gigantesco
en la plaza que tomamos
ya no luce el sol.

Cuando vi que las víboras
crecieron en nuestra burbuja
y el ombligo con dientes
retrataba nuestro amor.

Entonces sólo pude aceptar
lo irremediable de los tiempos
esperando que en otro ciclo
volviese el resplandor.

Jevi metal

Me estremezco y explotan en mi cráneo las vibraciones. Me devano el seso en traducirlas, luego raudas galopan por mi cuerpo y mi bello las acompaña cuando sabe que son correctas. Corretean y algunas ya se liberan de la atadura de mi piel haciéndome cosquillas. Son eléctricas en la punta de mis dedos.
¡Rápido!
Tengo que acorralarlas y dejarlas escapar solo por mis manos mientras que todo mi cuerpo se convulsiona esperando su llegada. Allí y solo allí se liberan ahora, para convertirse en melodía, este es mi sistema ahora y solo ahora, y si mi coordinación no me defrauda enseguida oiré la interpretación que hace de ella el espacio que me rodea. El espacio me la devuelve, y con que fuerza.
Algo se apodera de mi tórax, lo contengo con la garganta. Es demasiado fuerte. Lo libero a sacudidas.
¡Diossss como suena!
De repente caigo sobre el agua. Pummmm. Han llegado.




Lo oigo todo lejano. Solo graves.




Pu pum pu pumm, mi corazón... todo fluye. Sobrevuelo el sonido.

Espera...Creo que vuelve, la vibración, poco a poco vuelve, la oigo cada vez más cerca. ¡Ahí está!
Corre, vuelve a hacer que suene.
Me estremezco y explotan en mi cráneo las vibraciones.


Se vuelve eterno. Es un circulo vicioso. Una nueva forma de entendimiento. Llegaré otro día más junto a ella. La vida es música, y no hay dioses, hay melodías eternas.

PABLO EL GALLEGO