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sábado, 27 de febrero de 2010

El difácil camino de la felicidad

A veces llega un momento en la vida en que uno se plantea qué casilla va a escoger de ahí en adelante, no consiste en elegir entre la Iglesia o las ONG sino que es algo más profundo e interno: se plantea marcar la casilla de la vida o del miedo. Puede escoger el camino valiente, auténtico, de realización de su yo más verdadero, o puede acongojarse ante tal decisión y conformarse con lo fácil, hacer lo “normal”, sucumbir al imperio del miedo. ¿Qué es sino escribir poesía y además compartirla? Una decisión valiente, ese día marqué la casilla de la vida. ¿Qué es sino irse de cooperante a Haití? Marcar la susodicha casilla, casi hasta atravesar el imaginario papel.

Pero no hace falta pensar en las grandes decisiones, cada día nos enfrentamos sin saberlo a esta disyuntiva. Podemos hacer un plan sugerente que nos pilla un poco lejos y que además desconocemos a la mayoría de los asistentes porque son amigos de amigos, o podemos quedarnos en casa viendo la televisión. Podemos crearnos nuestra vida o podemos ver como la viven otros.

Para mi, no hay nada más cercano a la felicidad como sentirse cierto, sentirse fluir dentro de nuestro cauce interior, ser uno mismo, es decir, la sensación que uno tiene cuando marca la casilla de la vida. Algo tan fácil y a la vez tan difícil, el difácil camino de la felicidad. Este sendero no se recorre en un día ni en un mes, es más una carrera de fondo, con las pequeñas decisiones cotidianas. Lo que si me parece es que cuanto más llevas andado, más firme eres en el andar. Como aprendiz de caminante os recomiendo probarlo; sabes dónde empiezas, pero no hasta dónde puedes llegar...

domingo, 21 de febrero de 2010

Breve ensayo sobre los cabrones disfrazados de bohemios


Hace unos días que les tengo ganas, asi que voy a hablar de ellos.

Suelen llevar un sombrero en la cabeza. Y dentro, poco más. Sólo se lo quitan para recoger los halagos que les limosna el resto, mientras calzan una sonrisa que les queda demasiado rictus.

Tienen tanta hambre de edulcorantes que se engordan a ser especiales en pequeñas dosis, no sea que su arte harte y se queden sin azucareros.

Hablan más de lo que son y escuchan menos de lo que pueden (que ya es poco).

En triste realidad, tan solo son unos pequeños cabrones de la escuela mediocre, que pisan con sus pezuñas al resto, los alienaditos, en ridículos desprecios.

Cuando se les desnuda el disfraz -nunca es de su talla- pierden los espectadores aplausos; por ello cuidan bien de amarrárselo, y arrastrárselo hasta la cima en la que les rodea nadie. O bohemios de globo, como ellos.

En el fondo me dan indiferencia, les suelo contestar a sus preguntas con un o un no aleatoriamente, pero a veces me pican un poco.

Por eso les tenía ganas.

sábado, 20 de febrero de 2010

La demanda y la oferta

Las mujeres demandan poesía
los hombres demandan novias
los perros demandan compañía
las mascotas demandan libertad
los padres demandan obediencia
los niños demandan alegría
los rojiblancos demandan estabilidad (y títulos)
los blancos demandan excelencia (y títulos)
los gobiernos demandan impuestos
los ciudadanos demandan conciencia
las empresas demandan beneficios
el planeta demanda respeto...
Y ante tanta demanda,
¿Tú que ofertas?
Fito Páez lo tiene claro en su canción,
el viene a ofrecer su corazón.

viernes, 19 de febrero de 2010

El hombre que se convirtió en agua

Había una vez un hombre tan inseguro que dudaba a cada paso que daba. Un día apreciaba la efímera belleza de las flores y al otro no veía en ellas más que unas presumidas irremediables. Tan pronto agradecía la maravilla del camino, como lo consideraba el mayor de los infiernos. Un agricultor diría que era más volátil que los precios agrarios, un físico diría que era más variable que los paradigmas científicos, él mismo decía que ni él mismo se entendía. Pero seguía caminando, confundiendo para bien o para mal a todo aquel que se cruzaba a su paso. Entonces empezó a sentir que cada vez que cambiaba de opinión, algo en su interior se fundía, como se funden las piedras en el desierto con los cambios térmicos y se hacen arena. Cada día un nuevo cambio, una nueva fusión. Hasta que llegó el día en que se derritió del todo. No era más que líquido, principalmente agua, ya que componía mayoritariamente el cuerpo original. Sintió que jamás había caído tan bajo, y además literalmente, porque no era más que un riachuelo que se movía sobre los cauces del camino. Y en ese estado, sintió algo nuevo, su propia fluidez, vio que no se movía de acuerdo a rígidas decisiones mentales, sino que se desplazaba en armonía con el movimiento de su propia sangre, de su agua. Era un líquido que se adaptaba grácil al cauce de su interior, no vacilaba, simplemente fluía con su propia esencia, digamos que se conocía un poco mejor, o más bien, que se estaba empezando a conocer.

jueves, 18 de febrero de 2010

Los únicos ciertos

Estoy en mi trono de papel,
pintada a lápiz, dirigiendo
instrumentos que nunca suenan.

Cojo los aplausos de esa gente
que son solo manos locas,
y te los hago tragar.
Te los mereces mas que yo
tú, con tu relieve...

Fíjate, mi cerebro late en letras.
Por mis venas corren abecedarios
desordenados, pero únicos ciertos.
Léeme, si quieres.
Lo mío no es la música,
ni el orden, ni las drogas...
Ni la improvisación.
Reviéntate con todo ello.

Y, si quieres, léeme.
Es lo único que podrás hacer.

domingo, 14 de febrero de 2010

Martillo de noche

Señoras y señores, les ofrecemos el producto más revolucionario de los últimos tiempos: el martillo de noche. Si están cansados de las largas noches de insomnio, si se han hartado de sus monólogos interiores, no lo duden, el martillo es la solución. No tiene margen de error, ni genera dependencia como las pastillas... ¡Un buen martillazo y dormirá plácidamente! Lo puede colocar en la mesilla de noche y a la mínima rallada le solventará el problema. Nuestros estudios lo avalan: el martillazo es el método más eficaz para tener un sueño reparador. ¡Cómprelo y a dormir!

sábado, 13 de febrero de 2010

Españolitos

Día tras día los españolitos
viven la vía
olvidan su quehacer
sienten las maravillas.

En la música, bailan
en el grupo, cantan
en la noche, salen
como luciérnagas en pandilla.

Es este pueblo
alegre por naturaleza
no es una generalización
son la alegría de la huerta.

También tienen defectos
los pequeños españolitos
pero en el esplendor de la fiesta
son todos grandes humanitos.

Si de algo soy partícipe
es de su intensidad y delirio
españolitos del mundo, contagiad
vuestro sueño de niños.

jueves, 11 de febrero de 2010

Si amas algo, déjalo libre

¿Cómo puedes amar algo que no conoces?
Es ilusión, es obsesión, es imaginación...
Será estampa del sueño de un joven poeta.

Tu corazón palpita en el espacio y no en la Tierra.
Deseas amar con todas tus fuerzas y entregarte a alguien con alegría,
que ames y que te amen.

Las pequeñas hadas no existen sino en tu imaginación ilusa.
Dibujas un futuro conquistable desde tu abstracción,
imaginas, sueñas, idealizas y llegas al clímax de la felicidad aún inventada.

Tu armonía confluye con tu hada especial y danzas al ritmo de las estrellas.

Cuando abres los ojos, ya todo ha desaparecido.
No era más que otro de tantos sueños.
Éstos no existen sino en tu cabeza.

Amarás de verdad cuando encuentres y no busques.
Cuando ames el devenir de la imperfección.
Cuando te dejes llevar por una sencilla sonrisa o por una dulce mirada.
Cuando te dejes seducir por las sorpresas de la vida y lo inexplicable de las personas.

Gracias a la libertad amas.
Si amas algo, déjalo libre.


CYNTHIA PARRA

lunes, 8 de febrero de 2010

Palabras que no sonaron

No se pudo buscar explicación a todo… y se destruyó el mundo del todo vale.

Pasé demasiado tiempo entendiendo lo inentendible…

… palabras que no sonaron, que no se oyeron, que se atascaron, palabras a las que venció el miedo, que se escondieron y que se acabaron caducando…

simplemente aceptaré que sentimos sin palabras…

Por querer tocar el cielo también tuve que conocer el infierno y por fin conseguí aterrizar en la tierra.

Sintiendo mi mente fuera de la prisión de un cuerpo, me revelé contra la sociedad de la imagen, contra los canones de belleza, contra los ideales de perfección… estos me producía un asco capaz de hacerme vomitar sólo con pensarlo…

…y así, perdía mi vida, saludé a la muerte y luché contra el delirio… me deshumanicé al forzarme a ser sobrehumana.

El dolor mudo salía en crisis de ansiedad, crujidos internos… un camino brutal, luchas contra el impulso autodestructivo que consiguen hacerme sentir la generosidad hacia mi cuerpo;

Decidí destruir los cimientos que yo misma había creado en la sombra… cada rayo de sol era un paso más hacia la luz de un nuevo camino.

Si pudieramos bebernos los desengaños, si las resacas de sentimientos se solucionaran con un día disfrutando en la cama… si no hubiesemos querido ser tan desenfrenadamente felices… no tendríamos que arriesgarnos a estar en el precipicio del que se divisa un vacio atroz… pero hasta en esos momentos somos capaces de superar lo impensable.

Si no fuera tan lento y ambiguo el correo del arte…

Digamos palabras claras, palabras transparentes, que hablen de lo que nos gusta y por qué no también de lo que no.

Si no hubiéramos vivido en dos mundos separados por búsquedas a nuestro interior…

Si nos atreviéramos a expresar lo que sentimos, si no temiéramos pronunciar TE QUIERO.

Digamos palabras sinceras, palabras que amen, palabras que unan.

Si no nos perdiéramos en los problemas de los demás enfrentándonos a los nuestros…

Digamos palabras valientes, palabras con coraje.

Si nos atreviéramos a decir claramente lo que queremos, si lo supiéramos.

Digamos también palabras difíciles, palabras que pongan las cosas donde queramos que estén.

Si aprendiéramos a entender que hay cosas que no dependen de nosotros…disfrutando de ser prescindibles.

Todo sería más fácil…veríamos que la felicidad está más cerca de lo que nos imaginamos y con tanto buscarla nos la perdemos.

Y así entendí que por todo esto soy quien soy.

Digamos palabras, palabras que digan y sobre todo palabras que hagan

Admitamos que necesitamos palabras.

Palabras desde el corazón, palabras que expresen,

Palabras que hagan al mundo más humano.

Y conseguí estar lejos de lo oscuro, encontré la goma que despacito fue borrando las sombras que sobraban.

…Ahora pinto como quiero, cómo me sale y coloreo pedazos de esta tierra sin cansarme, a mi ritmo…

…Escucho lo que mi cuerpo me dice y le hago caso, sabiduría de naturaleza que lucha por sus deseos.

Curé mi mundo, cuidé a quien me respondía y me hacía sentir que merecía la pena llevarlo en mi corazón.

Viajé sin salir de casa rumbo a un destino lleno de tesoros, sorpresas que temblaron en mi piel y me hicieron vibrar!!!

Necesidades básicas perdidas y en contradas reconstruyeron desde los cimientos un nuevo castillo lleno de fuerza, rodeado de corrientes que saben donde desembocar para no desbordarse y así llenar de vida todo lo que tocan.

Y los sueños cambian… aceptando que no es todo como queríamos, sino simplemente como es… y vemos nuevos caminos.


María Casado

Dicen los Eduardos

Dice Edward de Bono que creamos lo que creemos, entonces yo voy a creer en cosas bonitas para así poder crearlas. Dice Eduardo Galeano que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos, entonces yo voy a cambiar un poco cada día.

jueves, 4 de febrero de 2010

Un Cristo más

Otra vez ha muerto Cristo,
otra vez me lo han matado
en el mundo por lo visto,
el ser Cristo es un pecado.

Otro Cristo ha de nacer
aunque tenga que morir,
que morir siempre ha de ser
mejor que este sinvivir.

John, Martin Luther, Bob,
tres Cristos en pocos años,
un mundo lleno de horror,
un mundo lleno de extraños,
donde la paz es sangrada,
por quien la pregona tanto.

La fiera está reposando
haciendo la digestión,
en otro Cristo pensando
que alimente su ambición.

Pueblos subdesarrollados
que tenéis sentimientos,
no podéis con avanzados
corazones de cemento.

¿Qué interesa quién ha sido?
¿Qué nos importa su nombre?
Sólo que el mundo ha perdido
otro de sus grandes hombres.

Porque por suerte los hay
de sentimientos profundos,
si a todos no los matáis...
reinará la paz en el mundo.


Andrés Sánchez de Málaga

Aceituneros

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.


MIGUEL HERNÁNDEZ (1937)

El robo de mi mirada

Me miraste y lo perdiste todo;
la inflexión de las rodillas,
la llave de tu cuerpo, ahora en mi mano,
los pliegues de la camisa
que descansa en mi mesilla,
junto al reloj y el pintalabios…
todo, hasta el cerrojo
con que sellabas tu boca
esquiva, con los hombres y las horas,
hasta que me descubriste,
un día, escuchando con mis ojos
tu silencio, y te llevé a mi alcoba,
y te enseñé a volar…
y no tuviste miedo de mirarme,
y comenzaste a amar
en el mismo instante en que notaste
que mi voz se confundía en tu cuello,
que mi beso enfurecía la música,
que los dos dormiríamos despiertos,
una noche más, por tu imprudencia
de mirarme, aquel día, a los ojos,
por dejar que conocieras mi alma
y permitir que te robara todo.


ALBERTO GUERRA

miércoles, 3 de febrero de 2010

Infinito

El amor puro me corroe las venas
cuando recuerdo tu loca imagen,
es como un veneno que se extiende implacable
matando todas las miserias.

Sólo tus ojos y tu boca
pueden callar mi ejército de sueños incompletos.

Sólo tu pecho y tus manos
pueden hacerme volar sobre las hienas.

Uno y uno son dos,
pero dos en uno son infinito.

martes, 2 de febrero de 2010

El amor universal y la revolución


“Sé tú mismo el cambio que quieres ver en el mundo”
Mahatma Gandhi


Sé que esta frase no será desconocida para muchos, pero precisamente eso me parece un buen signo de que la gente quiere cambiar, y ha entendido que si tú no puedes mejorar como persona, no tiene sentido que se lo exijas a los demás, al mundo. Con esto lo que defiendo, es que la forma más profunda y duradera de cambiar el mundo es cambiando a las personas. Ya podemos tener el mejor sistema político del mundo, la utopía de Tomás Moro o el comunismo verdaderamente aplicado, que si las personas siguen siendo buitres entre ellas, el sistema degenerará. Pero ello no significa que no haya que luchar por un sistema social político y económico más justo. Lo que pienso es que para llegar a él, la mejor forma es que las personas cambien y no al revés. La revolución tiene que salir de dentro.

Ahora, ¿Qué revolución? Seguramente casi todo el mundo tiene un concepto de la justicia, ¿Pero todos visualizamos el mismo mundo posible? Evidentemente no. ¿Todo el mundo entiende igual la utopía? ¿Los cambios que necesita la sociedad son los mismos para un católico que para un ecologista? Pues puede que coincidan en algunos puntos, pero de seguro que chocarán en muchos otros. Es decir, son muchas las personas que quieren cambiar el mundo, pero todos tenemos unas metas diferentes.

Yo puedo decir que soy de izquierdas y que mi visión de cambiar el mundo tiene mucho que ver con mi ideología. No sé si la solución es acabar con el capitalismo y hacer algo nuevo o hacer una verdadera refundación del capitalismo, lo que se ha dado en llamar el capitalismo social, menos salvaje y más regulado, que la economía esté al servicio de las personas y no al revés. En definitiva, no sé cual es la mejor opción político-económica para cambiar el mundo. Lo que sí sé es que esto no puede seguir así, y que hay que actuar, porque si bien no tengo una idea clara a nivel global de la solución, sí puedo posicionarme ante las distintas decisiones políticas y económicas que se toman día a día en el mundo.

Vale. Pero más allá de mis reivindicaciones puntuales, hay una demanda última en mi interior que me parece la base en la que se sustentan las demás. Llamémosle amor, amor universal o bondad. Pero esa y sólo esa me parece mi mayor reivindicación, porque pienso que si todo el mundo albergara el amor universal, el amor a los demás por encima de todo, entonces el mundo cambiaría en cuatro telediarios. Si los políticos dejaran de insultarse y empezar a escucharse, si en vez de pensar en la estrategia electoral y sus diferencias ideológicas, tuvieran la voluntad de llegar a acuerdos, buscar los puntos que les unen, entonces la política cambiaría, al igual que nuestra opinión sobre estas personas que se erigieron como nuestros representantes.

Por otro lado, si las empresas dejasen de buscar el máximo beneficio como primera meta, arrasando con la competencia, con la población o con el medio natural que se les ponga delante, y tuviesen un poquito de amor por las personas y su planeta, dejarían de competir como salvajes y se extendería un tipo de empresa más humana y consciente, de las que ya están empezando a surgir. Por ejemplo me viene a la cabeza el caso de Triodos Bank, un ejemplo de banca ética, que según afirma, financia a empresas que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas, combinando el valor añadido social, cultural o medioambiental con la credibilidad financiera. Tienen unos criterios de exclusión por los que no financian a organizaciones o empresas que participen en más de un 5% de su actividad en algunos sectores, como puede ser la industria armamentística. Me perece que debe ser el camino a seguir en esa verdadera refundación del capitalismo.

Y si nos bajamos un poco de las grandes esferas, si tú amas a los demás, o por lo menos te lo planteas como una propuesta a largo plazo, no tratarás de hacerles mal, ni tampoco al medio ambiente, serás un elemento de unión y no de desunión, porque nadie hace daño a lo que verdaderamente ama, por eso debemos ampliar nuestro espectro de amor. Y para amar, que desde luego que no es la primera idea que te viene a la cabeza cuando alguién te hace daño o simplemente no te cae bien, lo primero que debes hacer es conocer, comprender, no establecer barreras ni juicios a primera vista, sino buscar los puentes. Pienso que si bien el odio es el instinto primario ante una injusticia, dolor, sufrimiento, causado por otro, no necesariamente a ti, pero ante lo que sientes rabia, por otro lado el amor, sería un instinto secundario, una rabia transformada en algo positivo, un sentimiento más espiritual. Y pongo un ejemplo.

La masacre de Palestina (según wikipedia “Conflicto de la franja de Gaza de 2008-2009”) en la que murieron 14 israelíes, de los que 11 eran soldados y 3 civiles, y aproximadamente 1400 palestinos, de los que sin bien no se ponen de acuerdo las partes implicadas, todos coinciden en que centenares de ellos eran civiles. Pues tras ese trágico caso de terrorismo de Estado para responder de manera desproporcionada y cruel a otro tipo de terrorismo, lo único que sentía era impotencia y rabia. Odio. Odio hacia ese Estado que ejerció su poder ante el mutismo internacional. Odio hacia esa gente que apoyaba a su gobierno. Y no todos lo apoyaban, pero para mí Isarel significaba desprecio. Es la generalización típica del odio, meter a todos en el mismo saco: los franceses son unos chovinistas, los catalanes son unos independentistas, los católicos son unos reprimidos, los madridistas son unos prepotentes, etc. En fin, con estos ejemplos lo que quiero decir es que es muy fácil juzgar, odiar, condenar, pero lo difícil es comprender, entender, acercarse al otro, por encima de todo, amar. Por último aclararé que ahora no siento odio hacia Israel, ni hacia su Estado ni hacia su gente, porque aunque me resulta difícil, prefiero tratar de amarles a todos, no verles como culpables sino como víctimas. Como víctimas de su propio odio, de sus propios miedos, como víctimas de lo peor de sí mismos. Por ello no sólo me gustaría ayudar a los palestinos sino también ayudar a los israelíes, porque las primeras víctimas de la barbarie son ellos, los que han perdido la humanidad. Siento lástima por el pueblo palestino pero también por el pueblo israelí.

Últimamente tengo más presente la frase de Jesús en la que decía “Amad a vuestros enemigos” porque he llegado a entender la razón que tenía, lo revolucionaria que era. Para mí amar no significa complacer, tolerar, sino que es un concepto activo: ayudar, dialogar. Muchas veces hablo de luhar pero siempre desde el punto de vista de las ideas, porque son las ideas las que se deben combatir, las situaciones, pero no las personas. Aunque pueda despreciar a primera vista la mentalidad de una persona, mi lucha personal está por no mezclar sus ideas con su valor en sí misma, con su enorme valor de ser un ser humano.

Bueno voy a ir terminando. Por todo lo anterior pienso que la revolución más profunda, más contundente, la mayor de las revoluciones es la revolución de amor, del amor universal. Pienso que Jesús, Gandhi o Martin Luther King lo tuvieron presente en sus respectivas revoluciones. Por ello no calleron en la violencia. El Che Guevara también me parece un revolucionario, pero no me llama tanto porque recurrió a las armas. Aún así no sé que hubiesemos hecho nosotros si hubiesemos visto tanta injusticia en latinoamérica... Puedo llegar a comprender la violencia en determinadas situaciones, pero desde mi posición de primer mundo lo veo mal. Veo que el amor, el pacifismo, legitima más una revolución. Entre otras cosas porque sus detractores no tienen la excusa de que su oponente “también hace cosas malas” con lo que se creen más seguros de sus convicciónes. Pero sobre todo creo en la revolución de amor, más que por estrategia, porque crea que es la mejor de las posibles, por principio, por que es la más acorde con mis convicciones, porque cuando siento el amor universal soy más yo.

lunes, 1 de febrero de 2010

"Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día... esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad."

Thomas Edward Lawrence ó Lawrence de Arabia

Contra la falta de crítica (a ver si nos ponemos las pilas :P)

EN ESTE MADRID jamás sabe uno a qué carta quedarse en el juego de las valoraciones literarias. El silencio envuelve por igual a muertos y a vivos, o, peor aún, los envuelve la alabanza pegajosa de los estúpidos, especie de engrudo que deja al artista y a cuanto representa, inabordable e intocable. Cualquier pretexto es bueno para eximir a la inteligencia de la penosa y comprometida función de juzgar; penosa porque es esfuerzo, y comprometida porque la opinión propia, si es libre y expresa, puede ahuyentar a una clientela, o enojar al patrón, o frustrar la esperanza de un destino de seis mil reales.

Todavía el 98. Manuel Azaña