Dedicada a quien me quiere reformar
Si me invitas a unos vinos,
te regalo mis confesiones:
bebo más de lo que debo,
y, paradojas del desatino,
debo más cuanto más bebo
¿faltan acaso razones?
Brindo por la mujer que conoceré,
y como de sabios es no dejar para mañana
lo que puedas hacer hoy, beberé
ahora también, para olvidarla;
para coronar los triunfos,
o consolar los fracasos,
y porque son más frecuentes los segundos,
acompáñame a por otro vaso;
Para aplazar la resaca,
Por y contra la rutina,
Por religión, cinismo,
politica y, más que nada,
por nihilismo,
por costumbre y por recreo,
para que no cesen las eses, ergo
se ensanche el camino
y se acorte el recuerdo;
y si quieres que prosiga,
te va a costar otra copa,
que es muy larga esta poesía
para tan poca bebida;
bebo contra el reflejo de borracho
con el que el espejo se divierte;
pero, sobre todo, para lograr, por un momento,
al cerrar los ojos, dejar de verte.
NACHO HIDALGO
lunes, 6 de abril de 2009
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arriba ese nacho y su poesía alcohólicorromántica... ;)
ResponderEliminarsi si mu wena!
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