Hoy se ha rendido
en la majestuosidad de la montaña
un justo homenaje a un poeta
que sintió en exceso su España.
Rocas graníticas, jaras y encinas
brillaban celebrando mil soles
mezcladas en verde paisaje
pletórico de curiosos olores.
Hasta las águilas altivas
han bajado al monte
preguntando a los roedores
si la naturaleza perdió el norte.
A qué se debía la extrema belleza
el silencio mágico que todo inundaba
mientras algunas caras sentían
que un viento diferente les acariciaba.
La ermita contaba historias
de viejos tiempos oscuros,
sus piedras susurraban
que algún pasado fue más duro.
En esta fiesta solemne
la naturaleza le ha recordado
y con la sonrisa del azul cielo
su último verso ha dibujado.
lunes, 23 de febrero de 2009
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAyer hacía 70 años de la muerte de Antonio Machado.A él va dedicado este homenaje.
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