Como el morir dulce
de las páginas recién leídas
de ese libro que nunca quieres acabar,
tus labios dejaron huérfana a mi boca.
No hay centros de acogida
ni padres adoptivos para ella,
nadie podrá saciar el pergamino
de dientes y labios que tengo
colgando en el rostro, esperando…
esperándote, solo a ti,
conformándome con las demás,
con cualquier ingenuo placebo
que pueda llevarme a la boca,
que piense que besa mis labios,
que crea que me hace feliz …
Tan solo serán una capa de pintura
sobre el recuerdo de tus besos,
un espejismo difuso de lo que fuiste,
eres y serás siempre para mí.
ALBERTO GUERRA
miércoles, 25 de febrero de 2009
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Genial! Precioso...todo plástico y bello y vital...
ResponderEliminar¡Enhorabuena por tus poemas! Me quito el sombrero :)
Besos!
Claudia