Corriendo en círculos
alrededor de la tierra
desaparezco,
porque nunca acabo
y nunca empiezo;
necesito límites,
quiero vértices para detenerme
y decidir mi sentido.
A veces todo es tan rígido
que parecemos sombras de metal
paciendo en noches cerradas.
A veces todo es tan trágico
que parecemos nubes de piedra
llorando sangre.
Estoy demasiado sobria
para gritar verdades.
Sólo sé girar.
Y aquí,
en la parte silenciosa
de este Réquiem,
quiero,
sin adornos,
ser viva,
ser, sin motivos,
paz.
Cuando me sumerjo
en la profundidad en que te siento
sin necesidad de tocarnos,
y me limpias la mirada
con tus ojos suaves,
vuelvo a aparecer.
Y además
cuando me recojo,
niña y azul,
en mi propio regazo de hierba.
Mientras, sigo,
ausente,
sin meta y sin origen,
corriendo en círculos
alrededor de esta tierra extraña.
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PRECIOSA LA POESÍA FÁTIMA, MUY BONITA, CON MUCHA FUERZA, MOLA.
ResponderEliminarSí mola, sí...
ResponderEliminarFran, tío, no grites ;). Y dame tu dirección para cuando se me ocurra el tema.
Mi direeción es "nogritestanto@hotmail.com"
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