Después de La leyenda del Cunnilingus de la muerte, continuo mi mecenazgo literario apadrinando a Gonzalo Benito, joven de la nueva cantera de Basilio, que tras leer el soneto al coño español, se inspiró y creó :
la tormenta ya acabó en tu paladar,
es ésta la dignidad del vencido
niños de blanco nunca nacidos
que agonizan en un baño de bar.
me miras y escupes mis entrañas,
en el azulejo de la tristeza
de dos cigarros y cuatro cervezas,
el amor de tres minutos no engaña.
con besos y saliva de dignidad,
recorriste mi longitud con tesón
y absorbiste proteínas de vanidad
que marcaban el fin de una noche
de un exceso carnal de calentón
es un acto soberbio y de derroche.
GONZALO BENITO
miércoles, 18 de marzo de 2009
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jajajaj vaya panda de warruzos XDDD xo warruzos muy líricos, eso si
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