Que llueva hasta sanar
a esta pobre humanidad
que se creyó Dios
por el poder de pensar.
Que se empapen los corazones
de las lágrimas del planeta
que más que por su dolor
llora por las metralletas.
Que sacuda este viento
la crisis de existencia
y que el apagón ilumine
todas las conciencias.
Que llueva hasta sanar
tantas vidas de cristal
que se bañen las hormiguitas
y consigan despertar.
sábado, 28 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario