Pintaré tardes sin luz,
veranos en los que anochece tan temprano
que las noches son más largos que los días
y a cada hombre, con una cruz
y todo ello sin usar el color de la alegría.
Pintaré con escamas la piel,
cementerios rascacielos,
pintaré incluso, este olor a hiel,
pintare los te quiero
que ya huelen a anteayer.
Pintaré armado al rico... y al pobre
hambriento,
pintaré nuestros sueños de óxido y cobre
mugriento.
Pintare a tan pocas personas y tanta gente...
los corazones acorazados, heridos
negros, abandonados o perdidos,
pero nunca desnudos, entregados o valientes.
Pintaré una y otra vez lo mismo,
rutina, mentira y miedo
pintaré este eterno invierno
si, y solo si, me pides realismo,
Pintaré hasta que se acabe el negro
y los colores que me sobren...
...que se los coman los perros.
NACHO HIDALGO
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