Me ha besado en la mejilla
y me ha hablado de cariño
con palabras tan sencillas
que la he visto una chiquilla
y me he vestido de niño.
Las espinas de mi boca
se han convertido en jazmines
mi pecho ya no es de roca
mis ideas no son locas
y mis quejas son clarines.
El invierno ya no es frío
la noche ya no es oscura
en vez de llorar me río
me revuelco como un crío
atacado de locura.
Es que el beso fue tan puro
tan decente tan sincero
sin pensamientos oscuros
que por ésto yo te juro
que de pensarlo me muero.
El hombre ha vuelto a nacer
la amargura se acabó
me ha besado una mujer
ahora si puedo creer
en la existencia de Dios.
ANDRÉS SÁNCHEZ DE MÁLAGA
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