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martes, 29 de junio de 2010

¿Cuál es el verdadero rostro del amor?

Este es el interrogante que plantea Vargas Llosa en su genial novela “Travesuras de la niña mala”.

Mi respuesta, tras haber terminado el libro, es que el amor tiene mil caras: desde la ceguera absoluta del enamorado, hasta la lucidez del que está feliz por su relación; desde la pesadilla de la ruptura o el engaño, hasta el sueño hecho realidad del amor correspondido; desde los relaciones mantenidas por la compasión o la inercia, hasta el infinito de una noche de pasión; desde las mentes que pierden el norte por la emoción, hasta las emoción de sentir la magia del amor; desde la poesía hasta el sexo, pasando por la delgada línea que separa la amistad del amor.

Todos estos son los distintos rostros del amor. Todos estas caras nos han hecho verlo de diferente manera a lo largo de nuestra vida.

Por simplificar, a mi me gusta decir que en realidad el amor tiene dos caras: el amor sano y el insano. Su salud depende de las dos personas que lo van tejiendo...

3 comentarios:

  1. Una reflexion muy muy bonita, aunque yo no intentaría simplificarlo en dos caras, creo que su complejidad podría abarcar incluso otra cara en la que lo sano y lo insano apenas pudieran distinguirse (espero no haberme puesto muy cargante XD) en cualquier caso creo que tienes mucha razón y me apunto el libro :)

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  2. Muy de acuerdo con Ker,

    Me quedo con la última frase: su salud depende de las dos personas que lo van tejiendo, por cierto, ¿siempre dos?

    Tortus

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  3. gracias Ker. si, puede haber momentos en q no se distinga lo sano de lo insano, q es sano?, una relacion sin locuras ni dependencias pero sin pasión? pero por otro lado es sano ser totalmente dependiente de la otra persona? esta claro q el amor es muy complejo.
    y tortu: jajaja solo 2? bueno no contemplaba los trios.

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