que ciegan los ojos
Cuando el silencio de la escucha
se convierta en voz
Cuando limpies tus carnes de aquello conocido
o presupuesto
o inventado
Y empapes sus resquicios de curiosidad
Cuando el viento nocturno del desierto
se confunda en alientos
Entónces los entenderás
Y ellos te entenderán
¿Ves la diferencia?
Carla
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