Se descuelgan.
Caen, azules
de un cielo que desconozco.
Sé que es cielo con estrellas,
son del color de la espera,
fabricadas de una vida
a la que han ido cargando
de agonías a la espalda.
Alma grande humillada;
rodeada, brutalmente,
de flechas que la señalan.
No la tocan, no se clavan
en su esencia de amor fiero.
Pero su porte serena
con sus miserias, desgastan.
Y yo, niña aun, le quiero,
en su tronito de espadas.
Pero se están descolgando
de un cielo desconocido.
Yo las estoy mirando
por ver si encuentro un sentido:
mis ojos parecen cardos
mis puertas están cerradas.
Vivo, si, mas no encuentro
bien, un remedio,
un camino que recorrer
para llegar a ese cielo
y entender por qué es todo:
las miserias, alma grande,
las flechas que te señalan,
las espinas de mis ojos,
las agonías ajenas
taladrando tus espaldas.
Quizá sea esta la meta
de esta dócil vida usada:
desgastarse, morir sueños,
ser un manojo de nadas.
domingo, 30 de agosto de 2009
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FATIIIII!!!!QUÉ TAL PEKEÑUELAA!!SOY PAULA, ERES UNA PEAZO DE ARTISTAAAAAA, AUNKE WENO, YA LO SABÍA DESDE QUE TE CONOCÍ..JEJ
ResponderEliminarME HAN ENCANTADISISISIMO TUS POESIAS!!!!!!
UN BESO ENORME!!TE KIEROOOOO :)