Vuelven los tactos de alas,
recuperar la piel de erizo
a cada aliento,
y los ojos lentos,
los ojos libres.
Vuelven los labios sutiles,
las lenguas duras
que rompen nudos,
asesinas palabras de escudos.
De caramelo, los muros
vuelven a ser
en tu música de piel;
y las voces que bailan
de la mano
con la mano que acaricia;
y los pechos de mil flores
floreciendo entre sonrisas.
Vuelven a ser vida
los segundos,
a hundirse más profundos
tus dedos en mis caderas,
a hacer mis huesos fecundos
enterrados en tu arena
de lunitas y lunares,
de ternura
y luz serena.
sábado, 15 de agosto de 2009
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joder fatima te has coronado con esta poesia y de que manera!
ResponderEliminarpreciosa. Orni
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