Sobre el bajo cielo duro
vuelve el redoble,
a tres parpadeos y cero
del juicio esporádico.
Y mis ojos tiemblan,
conscientes de la cercanía
de un reflejo de hielo.
Previendo castigo.
¿Por qué, en las juventudes
de esta escalera,
siempre olvido el tropezar
y me siento?
Luego son tonos grises
y respirar poco.
Masticar carne fría,
sediento.
Nocturnidad fútil
y soñar breve,
en un nudo de sábanas
más prieto que de costumbre.
Tres parpadeos.
¿En qué sentido
he tomado el camino
de la espiral?
Me doy, de margen,
un círculo.
Y luego, seguir adelante.
vuelve el redoble,
a tres parpadeos y cero
del juicio esporádico.
Y mis ojos tiemblan,
conscientes de la cercanía
de un reflejo de hielo.
Previendo castigo.
¿Por qué, en las juventudes
de esta escalera,
siempre olvido el tropezar
y me siento?
Luego son tonos grises
y respirar poco.
Masticar carne fría,
sediento.
Nocturnidad fútil
y soñar breve,
en un nudo de sábanas
más prieto que de costumbre.
Tres parpadeos.
¿En qué sentido
he tomado el camino
de la espiral?
Me doy, de margen,
un círculo.
Y luego, seguir adelante.
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