El que suscribe, viola
el impuro silencio en sus oídos.
Son canciones conocidas,
acordes táctiles, y olor a incienso.
Otra fotografía accidental
de manjares consumidos.
Aunque la planta siga creciendo,
almaceno cada hueso.
Pregunto en esta ocasión
a una voz triste de guitarra.
“No temas, interpreta el tempo”.
Nostalgia instantánea.
viernes, 23 de enero de 2009
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