Arráncate los tímpanos,
porque ya han soltado a los perros
y no paran de ladrar.
Aun no he aprendido
a no comerme sus huesos.
Olisqueo tus huellas,
- a veces soy como ellos-,
prepárate cuando te encuentre;
voy a morderte las comisuras:
quiero más rojo y menos rosa.
Ya llegan. No los oigas.
Tengo demasiadas deudas
con esa jauría loca.
Y todas tus flechas
me señalan y me hinchan.
No puedo esconderme de ellos.
Arráncate también los ojos.
No dejarán nada de mi.
jueves, 11 de marzo de 2010
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jaja qué gore
ResponderEliminarmuy chulo
esta sugerente
ResponderEliminarExisten dos cristales
ResponderEliminarpara descubrir el mundo,
existen siempre mil males
que son buenos para el zurdo.
Personas que desean
que el cosmos se haga normal
personas que imploran
que no lo sea ya.
Ilusos que hoy arrojan
a la fuente sus monedas,
realistas que no dudan
en mojarse y cogerlas.
Por eso yo te digo
que hay dos tipos de dialectos,
que hay dos tipos de secretos
fundidos en uno mismo.
No es fácil elegir,
dos mil formas de sentir,
dos mil formas de vivir.
Tendrás que aprender a escuchar
al duende que está ahí, en ti.
Tenemos dos mitades
separadas por un hilo
y ese hilo, por su parte,
mil cantones divididos.
Buscamos insaciables
lo sincero de nosotros,
la facción incorruptible,
lo que es sólido en todos.
Ese átomo que diga
que tiremos las monedas
a esa fuente cristalina
donde el cosmos se genera.
Por eso yo te digo
que hay dos tipos de dialectos,
que hay dos tipos de secretos
fundidos en uno mismo.
No es fácil elegir,
dos mil formas de sentir,
dos mil formas de vivir.
Tendrás que aprender a escuchar
al duende que está ahí, en ti.
ohh!!! una letra d la Oreja d Vahn Gog!!!
ResponderEliminarAMAIA mONTERO pOWER!!