Vivo porque sangro porque vuelo porque canto
porque al ver tu sonrisa
escalo por un rayo.
Vivo porque respiro
a bocanadas de ganas
y a pedacitos de oxígeno.
Vivo porque fui agua
que chocó con las piedras
las hizo cantos rodados
y aprendió a fluir
como río envalentonado.
Vivo porque siento
que no estamos desamparados
que mientras unamos nuestros gritos
seremos un solo abrazo.
Vivo porque vivo y no busco más motivos
si ahora estoy despierto
no hay mayor regalo
que aunque haya remolinos
estaré feliz de seguir a nado.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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mientras unamos nuestros gritos, seremos un solo abrazo. Me quedo con esa frase
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