Tan fácil era
cuando era triste,
puro y desesperado,
un ronco y acelerado
vomitar de tinta.
Y ahora callo,
sin voz con que hender
el silencio,
ahíto asesino de versos
indignos de letras.
jueves, 3 de septiembre de 2009
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gran poesía y mejor excusa, yo también me acojo a ella
ResponderEliminaryo tambien... es imposible ser mas breve y claro
ResponderEliminareva