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viernes, 7 de octubre de 2011

Aquel día de mierda Pablo salió disparado de la cama con ganas de gritar, tenía que joderse y callarse la boca para no despertarse del todo, todavía no era la hora de darse de hostias con la realidad; pero que alivio sería vociferar a los cuatro vientos: ¡Hijoooooooooooooooooooos de putaaaaaaaaaaaaaaaa!
No le gustaba tener que madrugar para ir a su sucia escuela, no le gustaba la gente que canturreaba y bailaba entorno al dios del café, cotorreando como carroñeros, contándose sus chismes mañaneros. Él enfocaba toda su ira sobre ellos, su ira por no haberse levantado para ir al campo y disfrutar del sol… su ira por pertenecer a la raza humana, que solo se preocupa de mirarse al ombligo.
Todos estos pensamientos se arremolinaban en su cabeza hasta que alguien o algo llamaban su atención.

Hoy es ella.

Paso por delante de su cara sonriendo sola y se sentó mirando hacia el suelo como si esperase algo. Él, como atraído por la llama entró siguiéndola, y sin saber cómo, estaba a su lado, moviéndose, como un ritual de normalidad.
Ella se giró y le dijo:
- Sabes quién soy, me estabas esperando.-
-¿Cómo?- Contesto Pablo confuso.
- Veo que aún no has despertado, pero tranquilo, yo tengo toda la paciencia que tú tienes.-
De pronto Pablo echo un ojo a su alrededor y entendió por la bruma e inestabilidad vibrante del entorno que estaba soñando.
-¿Entonces, quién eres?- Ya consciente de su situación.
-Soy esa figura que tantas veces has proyectado, pero realmente sabes que ninguna de ellas soy yo, tu sabes que yo en realidad si existo y entiendes que en la calle nunca llegarás a encontrarme, pero sigues intentándolo. Lo aceptas un día o dos, pero al día siguiente vuelves a cometer el mismo error y vuelves a construir mi persona.-
- Si, eres tú.-
-Tienes que ser constante Pablo. Aunque no lo creas, tu experiencia te guía y cuando crees que has vuelto a tropezar no piensas en lo fuerte que has sido para volver a intentarlo… y yo, realmente, solo soy tu esperanza. Y eso es lo bonito, ¿crees que podrías vivir sin mí? Decide.
-No, te necesito-
-Pues hazte dependiente de mí, que nadie te diga lo contrario. Siempre que creas que has caído piensa en como levantarte, y siempre que alguien se apiade de ti, ayúdalo y hazle ver su error; nadie que lo intente necesitará jamás el consuelo de ninguno, porque precisamente lo que a ti te satisface es el camino y no la meta, porque no la hay.-

Silencio.

Después se besaron en un espacio que ya no se definía como se define una habitación, o un edificio entero… o un campo de fresas. Se besaron en el interior caluroso del amor, amor proyectado al infinito, donde nunca existe el frío ni la soledad. Se apretaron fuerte y desaparecieron los dos.

Aquel día de mierda Pablo salió disparado de la cama con ganas de gritar, no recordaba nada de lo que había soñado, pero algo flotaba.
Dijo: -¡Despierta!-

Salio de casa y se fue directo al campo, donde tomaría el sol toda su vida.

Pablo el gallego,
inspirado en un interesante y cerrado pueblo cercano a Roma, donde, a veces, caen erasmus...

3 comentarios:

  1. Si me permitís una breve fe de erratas, por si alguien llega a leer esto sin vomitar antes de la segunda línea:

    A veces el sujeto no concuerda con la conjugación del verbo, esto es debido a un claro trastorno bipolar del autor.
    Y también se ha notado un reiteración del reflexivo, esto causado evidentemente por un trastorno obsesivo compulsivo de libro.

    Gracias

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  2. vomité en la primera línea... jejeje k nooo calostrillo, k ste cuentecico sta mu bien, vamos, a mi me transmite muxa luz.

    Proprio figgo!!!!

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  3. Mira que tener que tirar el anzuelo para que elogies mi obra maestra en público... pero, con "Con la barriga llena" creo que la he superado.

    Paz hermana

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