En un mundo donde hay que elegir entre ser coherente o ser feliz, nos han convencido: nada se puede hacer, salvo regalar tus migajas de cada mes a algún niño invisible y lejano, mientras adquieres una conciencia limpia a cambio.
En un mundo donde el arma más potente es la moda, donde nos graban en el alma la competencia al nacer, donde el ego se pelea cada día, hasta en las conversaciones más banales, por salir a flote a costa de hundir al resto.
En un mundo de expertos en autoengaño, de alcohol y risas, de personas ajenas, y sueñitos que se sustituyen por mediocres realidades factibles; de días que pasan en un segundo, devorados por pantallas con fauces...
Donde, ya que hay que actuar, mejor hacer el papel de buena persona, pisar sigilosamente, carcomerse en sentimientos sucios que se esconden tras sonrisas anchas. Nadie sabe lo que somos, tan sólo conocen lo que parecemos. Demostremos que somos felices, que nunca bostezamos con ganas en las noches de diversión.
Y a veces, parecezcamos coherentes y críticos, presumamos de sabiduría, y de odio a este sistema al que adoramos, porque nos hace sentirnos satisfechos encajados en uno de los moldes posibles producto de sus manos productoras.
En este falso mundo democrático hay algo que hacer: reirnos, como payasos, -mientras te ríes no piensas-, y seguir caminando a la deriva, dejando las utopías para el mañana, para cuando seamos hombres grises que roban tiempo a sus hijos, hombres ahogados con corbatas, encadenados a móviles, atrapados en el estómago infinito de hipotecas que nunca acaban de digerir... Aspirar a esa vida que cualquiera querría tener, que cualquiera "debe" tener. Y cuando todos nuestros actos cotidianos sean una aportación a esta gran puta que es el sistema, ella nos compensará. Habremos elegido ser felices.
sábado, 13 de junio de 2009
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Me mola la disyuntiva q aces entre ser feliz o ser coherente.xq la verdad es q la coherencia esta de capa caida. aunque creo q solo siendo coherente contigo mismo puedes llegar a ser feliz en el mas profundo sentido del termino.creo q la verdadera felicidad se consigue siendo fiel a ti mismo y a tus sueños.
ResponderEliminarno podemos elegir si queremos ser o no ser
ResponderEliminarfelices,la vida es muy dura y nos enseña a luchar para conseguir un poco de esa felicidad
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAcojonante Fátima... Es una pena,pero creo que esto no servirá de mucho porque nuestra propia crítica está inmersa en esos halos de felicidad autocomplaciente de quien escribe para sentirse bien. Podremos elegir ser o no ser felices pero nunca dejaremos de ser prodcuto de este sistema que se resiste a darnos otra opción que la del que escapa en un sueño utópico que el propio sistema le brinda. Busquemmos otras categorizaciones para vivr mientras pisemos tierra firme. Mi opción: una vida auténtica, crítica, buscadora de experiencias y como dice Oscar: coherente. Gracias por estos espacios que nos ayudan a contruir nuevos espacios, que nos ayudan a "tejer mundos" capaces de comprender una de las cosas más importantes para mí: el fondo del ser humano.
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