Interrogantes

¿Para qué odiar a los odiables? Con su odio es suficiente. Al igual que no se puede atajar un incendio con más fuego, no se puede remediar una mente enferma de odio con más odio. La solución es el amor.

¿Qué es para ti la palabra?
Rebuscando entre viejos poemas encuentro esto:
“Ahora creo que la palabra
no es fuente de malentendidos
que no es refugio de hipócritas
que tiene algún sentido
que no se la lleva el viento
que es de creación instrumento
batir puede fieras guerras
sólo con llamarnos amigos.”

¿Podremos decir algún día, como diría Aznar, que “el mundo va bien”?
(sin respuesta)