Sus...senda

Como bien sabéis, el Cheli y yo hemos tenido la suerte de realizar un viaje inolvidable (La Senda del Poeta)donde hemos conocido a un sinfín de personas muy majas (algunas también muy curiosas).
A causa de este crisol de gente brillante e ingeniosa hemos decidido escribir algo sobre la entretenida travesía hernandiana y nuestras divertidas experiencias.
Esos cinco relatos o poemas que, felizmente surjan, saldrán a la luz dentro de un mes; mientras tanto, he aquí un breve poema que hizo una mujer, con una mesa más que cualquiera de nosotros, en pocos minutos cuando le pedí que escribiera algo para que pudiera ver su nivel literario con vistas a unas futuras clases on line de relato corto y poesía.
(Si hay alguién más que esté interesado en estas clases que se ponga en contacto conmigo y ya le pondré al corriente sobre la prueba de acceso y el número de vinos que me tiene que invitar como salario).
Gracias.
(Soy Alberto Guerra, por si alguién tan solo lo intuía).




En la senda te sentí,
corrías por las nubes,
amaneciste en mis uñas
y me sususrraste, vida.

Galoparon en mi pulso
tus envites, tus desmanes,
te aposentaste en mis cayos
y devastaste la herida.

El camino se bebe el alma,
apaga la llama, expira,
será la tierra seca
que mata la piel derretida.

Mientras la broza asalta el bello
y el ciempiés busca su esquina,
te sentí, al filo de mi cuerpo,
te sentí... fuerte y erguida.



Susan Susenda